El pasado domingo los españoles/as estábamos convocados a
las urnas para conformar un Gobierno en España por segunda vez consecutiva,
gracias a la cerrazón de alguien que puso sus intereses personales por delante
de los intereses de España y de su propia formación política.
La pasada jornada electoral nos jugábamos mucho, mucho más
que la formación de un Gobierno para una legislatura, nos jugábamos el futuro
de nuestro país, el futuro de nuestras familias, nuestro futuro. Las previsiones
iniciales no eran buenas, el PSOE podría pasar a tercera fuerza política,
irrumpía en segunda posición una fuerza radical de izquierdas que llega a
romper el sistema, etc.
Llegada la jornada electoral del 26J los ciudadanos y
ciudadanas hablaron y lo hicieron en el marco que la democracia les otorga, las
urnas, emitiendo un voto en forma de veredicto. Lo hicieron alto y claro,
otorgándoles más votos y escaños al Partido Popular de los que ya tenía en
diciembre, y menos votos a las otras tres fuerzas políticas siguientes, PSOE,
Unidos Podemos y Ciudadanos. Entre los tres perdedores han perdido, valga la
redundancia, algo más de un millón y medio de votos y 13 Diputados/as, por el
contrario el Partido Popular ha ganado casi 800.000 votos y 14 Diputados/as.
Los españoles y las españolas claramente han dicho que
quieren que siga liderando el Gobierno de España el Partido Popular y el
Presidente Rajoy, con casi dos millones y medio de votos más que la segunda
fuerza política y 52 Diputados más en el Congreso que ésta. En el Senado se ha
ampliado aún más todavía la mayoría absoluta que se obtuvo en el mes de
diciembre.
Finalmente el sorpasso anunciado por la totalidad de los
sondeos previos no se produjo, manteniendo el PSOE a duras penas la condición
de segunda fuerza política. Este motivo llenó de alegría las sedes socialistas
la noche del pasado domingo, pero cierto es que no deberían tener ningún motivo
de alegría en las filas socialistas, han cosechado el peor resultado (el
segundo peor fue en diciembre pasado) de la historia democrática actual, y de
las 52 circunscripciones electorales (provincias), sólo han ganado las
elecciones en 3, Sevilla, Huelva y Jaén. Han perdido las elecciones en todas
las CCAA del país, incluidas las dos ciudades Autónomas. En feudos históricos
socialistas como Extremadura y Andalucía además de sacar menos votos, también sacan
menos escaños, con una diferencia de 5,3 y 2,3 puntos respectivamente por
delante el Partido Popular. Este realmente fue el verdadero sorpasso de la
jornada electoral, la amplia bofetada que le dieron los electores/as al PSOE en
toda España
Después de todo esto, ninguna autocrítica, ninguna dimisión,
ninguna decisión…, todo lo contrario, siguen empeñados en las mismas tesis por
las que les castigaron los ciudadanos y ciudadanas, está claro que no han
aprendido la lección y siguen anclados en la autocomplacencia. Algunos no se
besan a sí mismo porque no llegan.
Gracias a todos los electores/as por la lección que nos
dieron a todos el pasado domingo, ahora a estar a la altura de las
circunstancias y seguir trabajando con humildad por España, que queda mucho
camino por recorrer.
Saludos.
Fernando J. Manzano.